logo Imagen no disponible

Radio Cadena Agramonte emisiora de Camagüey

Camagüey, Cuba, Antonio Bachiller y Morales, bibliografía cubana

Antonio Bachiller y Morales: padre de la bibliografía cubana


Convertirse en precursor de una nación es una tarea que demanda exigencia, entrega, talento y voluntad. No todos tienen la vocación de iluminar a otros a través de actividades, expresiones de identidad e historias que convierten a una comunidad en cuna de grandes hazañas. Entre esos ilustres se encuentra Antonio Bachiller y Morales, una figura destacada de la cultura del siglo XIX y conocido como el padre de la bibliografía cubana.

Nació en La Habana el 7 de junio de 1812, siendo el hijo mayor de Antonia Morales y Núñez del Castillo y del teniente coronel Gabriel Bachiller. Su entorno familiar, de solvencia económica, le permitió cultivar su intelecto desde temprana edad, mostrando un voraz interés por la lectura y la escritura.

Parte de su infancia y juventud transcurrió en el Real y Conciliar Colegio Seminario de San Carlos, para luego ingresar en la Real y Pontificia Universidad de La Habana, donde estudió Lógica, Metafísica y Moral. Se graduó en Leyes en 1837, y poco después en Cánones, alcanzando la Licenciatura en esta disciplina.

En 1838, se trasladó a Puerto Príncipe, hoy conocido como Camagüey, donde obtuvo su título de abogado con calificación sobresaliente, ante un tribunal habilitado y la audiencia de la localidad. Desde ese momento, dedicó su esfuerzo e ideario al desarrollo de la cultura insular en diversas esferas del pensamiento y el conocimiento.

Como ferviente amante de su región y americanista, Bachiller y Morales nunca perdió su amor por América, lo que lo llevó a estudiar profundamente las culturas precolombinas. Esta inspiración fue la base para diseñar una obra intelectual, docente y práctica que trascendió su época y motivó a futuros continuadores del idealismo cultural y científico.

Fue elegido Concejal del Ayuntamiento de La Habana en 1860, y desde entonces dedicó su talento a preservar la documentación del Archivo Municipal, logrando rescatar varios fondos documentales considerados perdidos.

Bachiller fue un polímata en toda la extensión de la palabra, destacándose no solo como un excepcional bibliógrafo, sino también como un riguroso historiador y educador, y un brillante periodista cuya pluma combatía la ignorancia y la injusticia. Publicó textos sobre agricultura, leyes y educación, consciente de su necesidad para la sociedad cubana.

Tras el estallido de la revolución en 1868, se vio involucrado en los sucesos del Teatro Villanueva y del Café del Louvre, lo que lo convirtió en sospechoso para las autoridades españolas. Después de abogar por una amplia autonomía para Cuba como solución al conflicto bélico, y enfrentar la hostilidad del Cuerpo de Voluntarios, se vio forzado a emigrar.

Regresó a Cuba al concluir la guerra, entregándose por completo a su labor como impulsor de la cultura y las ciencias bibliográficas. Inició el desarrollo de una extensa obra escrita, destacando sus “Apuntes para la historia de las letras y de la instrucción pública de la isla de Cuba”, publicada en La Habana entre 1859 y 1861. Esta obra le permitió valorar la emergente cultura insular y consolidar su legado como el padre de la bibliografía cubana. (Alexis Peña Hernández/Radio Cadena Agramonte) (Foto: Tomada de Internet)


En esta categoría

Comentarios


Tu dirección de correo no será publicada *