Camagüey, 18 feb.- No es sólo cuánto se hizo, porque el objetivo fundamental del análisis estuvo enfocado en evaluar todas las potencialidades internas que pueden contribuir de inmediato a superiores aportes productivos, y que aún permanecen inactivos dentro de la Empresa Provincial Alimentaria (EPIA).
La Asamblea de Balance evaluativa del 2024 permitió reconocer los progresos en un indicador tan sensible como las ventas netas, que concluyó con 28,9 millones de pesos de sobrecumplimiento.
Otros acápites demostrativos del positivo crecimiento fueron en las utilidades y los valores mercantiles, todo lo cual trajo consigo que la institución revirtiera su estancamiento, redujera altos débitos financieros e, incluso, cerrara totalmente los adeudos contraídos con el Molino de Cienfuegos, y cumpliera las erogaciones monetarias de los primeros meses con la Aseguradora Habana.
Ese salto económico tuvo implicaciones positivas, pues permitió crear, además de un fondo de contingencia superior al millón de pesos, pagar estimulación salarial a los trabajadores en algunos momentos, pese a que todavía tienen bajas calificaciones, solo al 73 por ciento, una asignatura decisiva como las producciones físicas.
La etapa debatida no estuvo exenta de contratiempos. Las limitaciones con las materias primas esenciales (harina de trigo, azúcar…) afectaron las entregas de la canasta familiar normada y el consumo social, de hecho, hubo que reducir el gramaje del pan con el objetivo de sostener su distribución diaria.
Se insistió en la necesidad de explotar adecuadamente las capacidades fabriles, buscar las necesarias alianzas con otros actores económicos, que pueden favorecer la diversificación en las entregas de alimentos al pueblo.
Todavía son insuficientes las producciones alternativas, y se pusieron ejemplos de buenas prácticas ejecutadas en municipios de Céspedes, Minas y Guáimaro.
En ese sentido, Luis Camacho, director adjunto, manifestó que junto al seguimiento sistemático desde las Unidades Empresariales de Base (UEB) a las cuentas por cobrar y pagar, las direcciones deben impulsar los mecanismos que permitan ampliar el universo productivo. “¿Se explotan todas las reservas? La respuesta es no”, afirmó.
Se argumentó, por ejemplo, la inadecuada explotación del tomate para elaborar las pastas, y a ello se suma también el caso del mango, que aunque en términos de cantidades fue superior, su aporte no resultó relevante.
“Hay que mejorar los conocimientos dentro del colectivo, agregó, en materia económica. Cada trabajador debe conocer el costo de las materias primas, y la importancia de evitar los desvíos y la mala calidad de las producciones, cuyos destinos tienen una gran importancia social”.
Varios municipios tienen que reforzar su hacer en este 2025, tal es el caso de Santa Cruz del Sur, a cuya dirección actual se le instó a buscar un nuevo enfoque del trabajo, a fortalecer los encadenamientos y, sobre todo, el control interno, aunque este aspecto tiene deficiencias en sentido general en la provincia.
Maritza Varona, directora de la Empresa Municipal de Camagüey, abordó lo relacionado con la reactivación de los hornos de leña, como soporte alternativo en caso de limitaciones de portadores energéticos o afectaciones eléctricas, en aras de garantizar el suministro del pan a la población.
Sobre la base de ese concepto se llamó a rescatar en todos los territorios este tipo de variante, una implementación que otrora se empleaba, y que ahora deviene solución ante las complejidades para adquirir los combustibles fósiles.
Respecto al control interno, las entidades que marcan el incumplimiento de las medidas se concentran en las Unidades Empresariales de Base (UEB) de Prado, Florida; Pan Camagüey, Najasa, Jimaguayú, Sierra de Cubitas, Vertientes, Guáimaro, Nuevitas, Áreas Técnicas Municipales (ATM) y Sibanicú.
Varias reflexiones y llamados de alerta se suscitaron en torno al tema del delito, que en el periodo pasado se registraron cuatro hechos, que no solo dejan daños económicos, sino afectaciones, y que por ese concepto se dejaron de procesar unas 50 mil raciones destinadas al consumo popular.
Otro tema pendiente se relaciona con la calidad, y para el actual año deben eliminar la condición de no conforme en las líneas de frutas en almíbar, galletas y pastas alimenticias, que están dadas por tipo de envases empleados, estética e información nutricional, entre otros.
Las contrataciones, y su debida actualización, tienen sus puntos más negativos en los territorios de Nuevitas, Santa Cruz del Sur y Jimaguayú.
Hubo un repunte positivo, respecto al 2023, en la adquisición de materias primas, que incluyeron harina de trigo, azúcar y núcleo, con participación de las UEB de Vertientes y Sibanicú.
En materia de consumo energético se logró ahorrar dos mil 111 megawatt, y ninguna de las empresas tuvo sobregiro, pues se ajustaron tanto al plan aprobado como al asignado, aunque es necesario realizar en cada entidad el estudio de los índices de consumo.
Las inversiones, los trabajos de ciencia y técnica, y la labor sindical estuvieron, igualmente, en el blanco de las intervenciones, y en todos los casos, más que detenerse en los aspectos positivos, se insistió, en mejorarlos en esos aspectos, pues todavía quedan suficientes reservas para continuar avanzando.
En virtud de sus resultados integrales fueron reconocidos como los más destacados, Guáimaro, Minas y Sibanicú, y se distinguieron los mejores colectivos y trabajadores. (Texto: Gilberto Rodríguez Rivero/Colaborador de Radio Cadena Agramonte) (Foto: Luis Viamontes, periódico Adelante)