
Camagüey, 24 nov.- José Antonio Chávez dedicó su vida exclusivamente a la danza. Su arte consistía en acariciar los movimientos del cuerpo y darles una vida coreográfica única en el escenario.
Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada y partió de este mundo justo cuando con su deslumbrante modestia creía que aún tenía mucho que ofrecer sobre las tablas.
Su ausencia dejará un vacío que no solo afectará a los bailarines que lo admiraron, sino también a otros artistas del ámbito cultural que tuvieron el privilegio de conocerlo. Su influencia se extiende más allá de ellos, alcanzando a un pueblo que lo vio transitar nuestras calles con la nobleza que caracteriza a los grandes de la cultura.
La triste noticia de su fallecimiento ha inundado los medios de comunicación y las redes sociales, donde muchos admiradores, desde la intimidad del silencio, lloran su partida y celebran su legado.
Etimológicamente, el término galán hace referencia a un caballero de buen semblante, elegante y airoso.
Apenas siete días después de haber cumplido 80 años y tras recibir el Premio Nacional de la Danza 2023, José Antonio Chávez será recordado siempre como el verdadero galán de la danza, su estatura pequeña solo hacía brillar aún más su grandeza. (Enrique Atiénzar Rivero/Colaborador Radio Cadena Agramonte) (Foto: Tomada de Internet)