
Camagüey, 24 nov.- Artistas, intelectuales, estudiantes y admiradores de su obra rindieron tributo este lunes al maestro José Antonio Chávez Guetton, coreógrafo y maître del Ballet de Camagüey, con un encuentro que desbordó emoción y gratitud.
Fue un verdadero despliegue de honor, de esos que solo se ofrecen a quienes marcan con luz propia la historia de una ciudad; unidos se despidió a quien, más que un maestro, fue un caballero excepcional, un príncipe de la danza que siempre supo colocar la palabra justa en el momento preciso.
Kenny Ortigas Guerrero, director provincial de Cultura, habló entre suspiros ahogados, como quien pierde a un ser inmensamente querido. Recordó el día en que fue declarado Premio Nacional de Danza en 2023, una noticia que recibió con la inmensa alegría de quien sabe que se premió al verdadero talento.

En tanto Armando Pérez Padrón, presidente del Comité Provincial de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), miró hacia las nuevas generaciones de creadores presentes y las instó a seguir el ejemplo de Chávez: "el de un hombre que se atrevió a hacer lo que amaba en tiempos de prejuicios e incomprensiones, que sorteó desafíos enormes para realizar su sueño y lo logró".
Regina Balaguer, directora del Ballet de Camagüey, le habló como quien se dirige a un ser muy cercano: “Tu familia del ballet te da las gracias por todo lo que nos entregaste, y estamos seguros de que seguirás soñando y creando en las estrellas".

Por su parte Walter Simón Noris, primer secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba, destacó el valor de la cultura como cimiento de la identidad camagüeyana y recordó que Chávez, desde este momento, aunque parta físicamente, se hace eterno en esa memoria colectiva que solo alcanzan los imprescindibles.
Su legado perdura, y aunque desde siempre a esta joven periodista le enseñaron que el periodismo es impersonal, resulta imposible no conmoverse cuando se habla de arte, cuando se habla de él.

Hace apenas un año, en una entrevista en el contexto del Festival Camagua Folk Dance, donde fungió como jurado, Chávez confesó que se consideraba maestro por la forma en que sus enseñanzas quedaban impregnadas en sus discípulos casi de manera orgánica: “en un gesto o incluso en una palabra, eso es muy gratificante”, dijo con esa serenidad que también lo definía.
Hoy Camagüey confirma que José Antonio Chávez Guetton no ha muerto. Permanece en las coreografías que montó, en el inmenso valor de su obra y, sobre todo, en cada uno de sus estudiantes que llevan consigo un pedazo de su luz.
Porque hay vidas que no se apagan: simplemente danzan para siempre. (Texto: Idaylén Rodríguez Rodríguez/Radio Cadena Agramonte) (Fotos: José Antonio Cortiñas Friman)