Quien visite la Quinta Simoni en el legendario Camagüey, recinto que fraguó para siempre el genuino amor entre Amalia Simoni e Ignacio Agramonte, encontrará a su alrededor un medio ambiente colmado de historia, simbolismo y solemnidad.
De belleza incalculable son las arboledas que forman parte del paisaje urbano en plazas, parques, avenidas y otros espacios de la ciudad de Camagüey.
Nuestro Instituto Pre-universitario Álvaro Morell Álvarez, colosal y soberbia construcción arquitectónica ecléctica con notable influencia neoclásica, deslumbra a todos los lugareños y extranjeros, mediante sus majestuosas e imponentes columnas, que ofrecen culto perenne al ideal falocéntrico de los antiguos templos griegos.
Si de cultura se trata, la religiosidad popular también distingue al camagüeyano. La fe, el sincretismo en el credo, así como la espiritualidad de los fieles hacia lo divino, hacen de esta tierra un espacio de esperanza y sosiego.
Todo visitante que recorra la legendaria Plaza del Carmen dialogará inevitablemente con las carismáticas chismosas, hijas de bronce de la prestigiosa artista Martha Jiménez.
Los oriundos de esta Villa somos muy dichosos. Sin menospreciar a nadie, los naturales de la suave comarca de Pastores y Sombreros poseemos el genuino legado principeño de ser herederos de un entramado urbanístico sin igual, y de figurar en la historia de la Madre Patria como la tierra del Constitucionalismo cubano.
Toda vez que se visita una casona agramontina de antaño, saltan a la vista como fieles servidores que agasajan con dulce bienvenida a cuanto caminante arriba, los tradicionales arcos de medio punto, legado de la ingeniería civil románica, que en complicidad con los sistemas de aljibe, los soberbios tinajones y el verdor de las plantas ornamentales, recrean la vista de los curiosos vencidos por la belleza doméstica lugareña.
El legendario Camagüey es cuna de grandes artistas. Ileana Sánchez y Joel Jover, unidos para siempre en el amor matrimonial y en la pasión de engendrar la maravilla de la creación cultural, constituyen genuinos paradigmas del refinado ideal estético agramontino.
La peculiar manera de ornamentar los interiores de las casonas legendarias de El Camagüey, distingue indiscutiblemente la cultura hogareña del agramontino.
Las construcciones domiciliarias camagüeyanas de antaño engalanan con celo el entramado urbanístico de la tierra de El Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz.
La Ciudad de Camagüey, cuna de refinado arte, religiosidad popular y leyendas, enamora a cuanto transeúnte se deja llevar por el encanto de su medio ambiente.
Quién no se ha detenido alguna vez desde un acogedor puente a meditar y admirar las cristalinas corrientes de agua de nuestra urbe agramontina?